La detección frecuente de autoanticuerpos en pacientes con COVID-19 ha suscitado un interés investigativo debido a su posible impacto en la inducción de autoinmunidad y enfermedades autoinmunes órgano-específicas, o no, a posteriori. Varios estudios han informado que las personas con COVID-19 pueden desarrollar diferentes autoanticuerpos dirigidos a autoantígenos en respuesta a la infección por SARS-CoV-2. La valoración que dichos autoanticuerpos detectables de novo también se puede observar en pacientes con COVID-19 de menor gravedad ha llevado, incluso, a suponer que el virus podría involucrarse en un proceso de autoinmunidad. Gracias a la intensa investigación en dicha área, se han identificado varios autoantígenos previamente desconocidos. Como lo señala esta revisión que acaba de aparecer, la mayoría de los reportes se basan en enfoques bioinformáticos (secuencias lineales de epítopos humanos, a través de aquellos depositados en Bases de Datos) y un número menor de estudios donde se demostraba dicha reactividad cruzada.
Para demostrar la inducción de autoinmunidad vía del mimetismo molecular tras una infección, se requiere una similitud estructural entre el microorganismo y las proteínas del hospedero (en este caso la reactividad cruzada entre el autoantígeno y la proteína viral), la relevancia clínico-epidemiológica y la demostración de patogenicidad en modelos experimentales. Durante la pandemia se acumuló una cantidad considerable de evidencia, non concluyente, puesto que los estudios apuntaban más bien a la presencia de autoanticuerpos. Dichos hallazgos reforzaron parcialmente las pruebas de concepto, en tanto que la detección de niveles significativamente elevados de estas inmunoglobulinas sumó una suerte de evidencia experimental. En cuanto a los perfiles, las investigaciones identificaron autoanticuerpos específicos para componentes del sistema renina-angiotensina, receptores acoplados a proteínas de unión a nucleótidos y rúbricas moleculares estrechamente vinculadas al COVID-19 grave. Otros estudios demostraron que en los casos severos, especialmente en adultos mayores, también aparecían autoanticuerpos contra cardiolipina, claudina y glucoproteínas plaquetarias.
La identificación de autoantígenos en COVID-19 es crucial para comprender los mecanismos subyacentes, la severidad de la enfermedad y las consecuencias a largo plazo. En el mismo sentido, descifrar los antígenos diana permitirá nuevos avances en la identificación de potenciales biomarcadores, y su valor pronóstico a la par de allanar el camino para nuevos enfoques terapéuticos.
Referencia
Adiguzel Y, Bogdanos DP, Shoenfeld Y. Molecular/antigenic mimicry and immunological cross-reactivity explains SARS-CoV-2-induced autoimmunity. Autoimmunity Reviews 8 April 2025, 10381