Ante los recientes hechos de público conocimiento, nuestro Colegio expresa su PROFUNDO REPUDIO a quienes recetan, promueven y obligan a médicos a la aplicación de sustancias peligrosas cuya toxicidad ha sido denunciada por las entidades científicas, careciendo, por ende, de validación por el ANMAT, puesto que se pone en riesgo la vida de pacientes. Dichas sustancias, aún aplicadas con criterio compasivo, generan un daño irresponsable no solamente en la vida o salud de las personas sino también en la confianza social sobre los tratamientos científicamente corroborados.