Las complicaciones extrapulmonares (CPE) son comunes en pacientes hospitalizados por COVID-19, pero es necesario conocer mejor sus consecuencias clínicas y eventual asociación con la replicación y la diseminación viral sistémica.

En un estudio multicéntrico recientemente publicado se analizaron los datos de una cohorte prospectiva a partir de pacientes hospitalizados por COVID-19 e inscritos en el ensayo de la plataforma Terapéutica para pacientes hospitalizados con COVID-19 (TICO) en 114 sitios internacionales entre agosto de 2020 y noviembre de 2021. La iniciativa TICO fue un ensayo internacional, multicéntrico diseñado para evaluar nuevos tratamientos para pacientes hospitalizados con COVID-19.

Las CPE se clasificaron en 39 tipos de eventos dentro de 9 categorías y se estimó su frecuencia hasta el día 28 a la par de su asociación con los desenlaces clínicos hasta el día 90. Se analizó la asociación entre la carga viral inicial (nivel de antígeno de la nucleocápside plasmática [N-Ag] y carga viral de las vías respiratorias superiores) con las CPE.

Se incluyó un total de 2625 participantes. La mediana de edad fue de 57 años (rango Inter cuartil, 46-68 años), el 57.7 % eran varones y 537 (20.5 %) tenían ≥1 CPE en un plazo de 28 días, lo que indica tasas marcadas de morbilidad y mortalidad extrapulmonar. Las mismas se asociaron con una mayor tasa de mortalidad por todas las causas al día 90 (cociente de riesgos, 9.6 [intervalo de confianza 95%, 7.3-12.7]) tras el ajuste por otros factores de riesgo. La posibilidad de desarrollar CPE aumentó con el incremento del nivel plasmático basal de N-Ag (cociente de riesgos, 1.21 por log10 ng/L de aumento, IC 95 %, 1.09-1.34]) y la carga viral en las vías respiratorias superiores (1.12 por log10 copias/mL de aumento [1.04-1.19]).

Es importante destacar que estas asociaciones persistieron después del ajuste por la gravedad de la enfermedad al inicio, el nivel de marcadores inflamatorios y otros factores clínicos basales que se sabe hallarse asociados con peores resultados clínicos.

La diseminación viral sistémica, evidenciada por un alto nivel de N-Ag plasmático y una alta carga viral respiratoria, se relaciona con el desarrollo de CPE en COVID-19, que a su vez se corresponden con tasas de mortalidad más altas a los 90 días.

Referencia

Jensen TO, et al. Impact of Baseline SARS-CoV-2 Load in Plasma and Upper Airways on the Incidence of Acute Extrapulmonary Complications of COVID-19: A Multicentric, Prospective, Cohort Study. Clin Infect Dis 2024 Dec 17;79(6):1394-1403.