El Servicio Meteorológico Nacional emitió una advertencia de visibilidad reducida para esta semana en toda la provincia de Santa Fe y el norte de Buenos Aires. Esto, no solo implica impactos ambientales sino también complicaciones en la salud de la población.

Desde el año 2020, la ciudad de Rosario y alrededores se ha visto afectada de manera reiterada por las quemas en los humedales del Delta del Paraná. Esta semana, nuevamente la región se verá afectada por el humo, pero no por el fuego en las islas sino por los incendios fuera de control en el Amazonas.

El humo presenta una mezcla de material particulado (PM), vapor y gases en suspensión. En este sentido preocupa particularmente el PM 2.5 ya que penetra a través de la vía respiratoria pudiendo alcanzar también el torrente sanguíneo.

Los síntomas afectan diversos órganos y aparatos, generando múltiples problemas de salud. Los más frecuentes son los vinculados a la salud respiratoria, como rinitis, laringitis, hiperreactividad bronquial, aumento de infecciones respiratorias y predisponer a cáncer de pulmón. Este material particulado puede además atravesar la placenta en personas gestantes, afectando también al feto.

La OMS ha confirmado que la contaminación del aire causa alrededor de 7 millones de muertes al año, aumentando la morbimortalidad de enfermedades crónicas no transmisibles, los nacimientos pretérminos, y el daño celular acumulativo pudiendo afectar a las próximas generaciones.

En cuanto al impacto en la salud cardiovascular, se suma a los factores de riesgo clásicos como es la hipertensión, el sedentarismo, la obesidad y el tabaquismo. La presencia de PM 2.5. genera disfunción endotelial, pudiendo favorecer la aparición de hipertensión, arritmias y cardiopatía isquémica.

Debemos destacar además que, a pesar de que toda la población está en riesgo, existen grupos con mayor vulnerabilidad como los niños, los adultos mayores, las personas gestantes y pacientes con enfermedades pulmonares o cardiovasculares previas.