COVID prolongado, o enfermedad pos-COVID-19, es un trastorno multisistémico complejo que se desarrolla en un subgrupo de personas tras la fase aguda de COVID-19. Los síntomas, a menudo debilitantes (fatiga, deterioro cognitivo y disfunción autonómica), pueden persistir durante meses tras la resolución de dicha fase. Si bien formaría parte de los síndromes postinfecciosos, los mecanismos subyacentes parecen ser bastante particulares, como una desregulación de la respuesta inmune a raíz de la persistencia de antígenos virales, e inflamación crónica.
Los estudios llevados a cabo aportan evidencia la cual sugiere que COVID persistente comparte algunos eventos inmunopatológicos con las enfermedades autoinmunes. En aquellos susceptibles, la infección por SARS-CoV-2 puede desencadenar la producción de autoanticuerpos dirigidos contra citocinas, receptores de membrana y componentes del sistema nervioso autónomo (SNA), alterando así los mecanismos neuroinmunes homeostáticos.
También se suma una suerte de círculo vicioso entre una disfunción del SNA y respuesta inmune. Respecto del SNA existe una hiperactivación simpática y déficit del tono vagal, que mengua la capacidad de este sistema autonómico para mediar la resultante antiinflamatoria del mismo. Consecuentemente no solo se pierde el freno para la inflamación sistémica, sino que también puede facilitar la aparición o amplificación de respuestas autoinmunes, especialmente la generación de autoanticuerpos como los señalados. Por su parte, los elevados niveles de IL-6 y deficiente señalización de los interferones crean un entorno propicio para la persistencia viral, a la par de una disfunción endotelial. El cambio proinflamatorio (crónico y de bajo grado) puede favorecer aún más envejecimiento vía del inflammaging y un mayor grado de inmunosenescencia. Al respecto vale la pena señalar que esta serie de alteraciones tienden a ser más pronunciadas en adultos mayores, especialmente en varones.
La revisión de estos investigadores italianos plantea, en definitiva, un escenario integrativo de desregulación neuroinmune, activación de mecanismos innatos y aquellos donde participan los autoanticuerpos, cuyas particularidades en términos de predominancia de uno u otro componente contribuye a explicar la heterogeneidad del cuadro clínico.
Referencia
Sergio Giunta, et al. A Multidimensional Immunological Perspective on Long COVID. Cytok Growth Factor Rev, 5 July 2025. https://doi.org/10.1016/j.cytogfr.2025.07.001